El llano entre Ullastret y Llabià
Itinerario circular que saliendo del bonito pueblo de Ullastret nos conduce a atravesar la llanura del estanque con el mismo nombre, antigua zona lacustre, hoy llanura agrícola. Podemos disfrutar de las vistas sobre el Montgrí y el Emportanet desde la pequeña cumbre de la Creu de l’Estany y desde Llabià, típico pueblo de la zona. Al volver pasaremos a tocar del poblado ibérico de Ullastret, que bien merece una visita, y pasaremos por el viejo trazado con restos del empedrado y los muros de limitación del camino de Empúries.
Salimos a tocar de las primeras casas del núcleo del pueblo de Ullastret, justo al otro lado de la carretera y de la plaza que da entrada al pueblo, donde hay una amplia zona de aparcamiento. El pueblo podremos visitarlo antes o después de iniciar el itinerario, pero ahora saldremos directamente a tomar el viejo camino de Palau-Sator, actualmente una amplia pista asfaltada. Pronto dejaremos a la izquierda otro viejo camino, el de Empúries, por donde volveremos.
Ahora nos tocará atravesar la llanura agrícola formada sobre el antiguo estanque de Ullastret, con horizontes sobre Llabià, hacia donde nos dirigiremos más tarde, y el macizo del Montgrí. Iremos viendo algunos viejos vestigios de la actividad campesina de la zona (una barraca, una tinaja, márgenes de piedra seca...), hasta llegar a enlazar con el camino de Llabià, hacia donde giraremos con decisión.
Antes, sin embargo, si vamos a pie, nos permitiremos, casi sin esfuerzo, el pequeño placer de subir a una cima, la de la Creu de l’Estany, un pequeño montículo que apenas llega a los 86 metros de altitud, suficientes, no obstante, para ofrecer una atalaya sobre el Bajo Ter, las islas Medas y el macizo del Montgrí. Si el día es claro, lo disfrutaremos mucho. También encontraremos aquí restos ibéricos.
Saciada la vista, emprenderemos, ahora sí, hacia el elevado pueblecito de Llabià, una joya urbanística, arreglado y cuidado con cariño por sus vecinos y veraneantes. Desde allí arriba, las vistas también enamoran. Y el rincón de la plaza de la iglesia ofrece un lugar de descanso bello y tranquilo.
Desde Llabià iremos volviendo, en descenso, hasta la acequia denominada Rec Traient y el arroyo Riera Nova, pisando tierras del antiguo estanque de Ullastret, allí donde las aguas sobrantes del Daró cubrían la llanura. Las rectas parecen inacabables. Pero, por suerte, aún nos esperan, si vamos a pie, dos gracias: el poblado ibérico de Ullastret, que podremos intentar visitar ahora o volver en coche para visitarla con más calma cuando hayamos acabado, y el tramo del antiquísimo camino de Empúries, que conserva algún empedrado y tiras de moros fragmentados de piedra seca de limitación. Ya solo nos quedará seguir por el viejo sendero, entre árboles y cultivos, que nos dejará prácticamente en el punto de donde habremos salido hará ya unas tres horas.