Otros lugares de interés turístico

Parque Natural Aiguamolls de l'Empordà (a 25 km):

El Parque Natural de Els Aiguamolls de l’Empordà es uno de los espacios más singulares de la Costa Brava. Te sorprenderá por su gran extensión y por su diversidad. El parque es un mosaico de ecosistemas diferenciados: ríos, mar, lagos, humedales, playas y arenales, lagunas, pastizales y zonas de cultivo, entre otros.

En este escenario lleno de vida, muchas especies animales y vegetales viven en su estado natural. Si te gusta observar aves, este es tu lugar. Las cigüeñas, el martín pescador, el ánade real o la cerceta carretona –el símbolo del parque– forman parte de una lista de más de trescientas aves que conviven con otros animales en este espacio de gran valor biológico y paisajístico, donde también florecen, a finales de la primavera, los característicos lirios amarillos y azules de zonas lacustres .

 

Ruinas de Empúries (L'Escala) (a 20 km): 

En la actualidad es el único yacimiento arqueológico de la península donde conviven restos de la civilización griega –Emporion– y de la ciudad romana –Emporiae.

El conjunto monumental nos explica cómo era la vida doméstica, comercial, social y religiosa de sus antiguos habitantes, desde el siglo v a. C. hasta el iii a. C., cuando los romanos la abandonaron definitivamente.

Las casas griegas (stoas), el ágora, los mosaicos o el foro son algunos de los principales puntos de interés por descubrir. No olvides incluir en el recorrido una visita al museo monográfico de las excavaciones, donde se conservan muchos objetos de uso cotidiano, piezas de arte y mosaicos.

Casco Antiguo de Girona (a 35 km): 

Un paseo por el Barri Vell (‘barrio viejo’) de Girona es una auténtica clase de historia y cultura al aire libre. Sus estrechas calles son un recorrido fascinante por las distintas civilizaciones que la ocuparon sucesivamente.

En este viaje en el tiempo descubrirás el magnífico legado arquitectónico de la ciudad: desde la catedral –con la nave gótica más ancha de Europa– hasta el laberinto de calles de la judería –o call–, una de las más extensas y bien conservadas de Europa. En tu itinerario no pueden faltar tampoco los baños árabes, el monasterio románico de Galligants, la iglesia de Sant Narcís o las casas del río Onyar. Consigue un buen mapa y ven a disfrutar de la Girona antigua sin prisas.

L'Estany de Banyoles (a 45 km):

Passejar al voltant d’aquest llac natural, el més gran de Catalunya, és una delícia a qualsevol hora del dia.

Avui, l'estany és un gran espai obert a tothom que vulgui relaxar-se, córrer, anar en bici, fer una volta amb barca o practicar esports aquàtics, com el piragüisme, el rem o l'esquí aquàtic.

Si tens esperit curiós, també pots viure una experiència prehistòrica al Parc Neolític de la Draga, un jaciment d'un valor arqueològic excepcional. Visita les cabanes ambientades i viatjaràs més de 7.000 anys enrere, descobrint com era la vida en aquest poblat al costat de l'estany.

 

Cadaqués (a 45 km): 

Es uno de los pueblos más singulares de la Costa Brava. Su situación geográfica lo llevó a estar prácticamente aislado hasta finales del siglo XIX. Esta particularidad ha permitido conservar una parte significativa del trazado original de muchas de sus estrechas y pintorescas calles. En su conjunto, el núcleo antiguo de Cadaqués es una zona histórica protegida y declarada Bien Cultural de Interés Nacional.

Sus fantásticas playas y calas sirvieron de inspiración para el gran pintor Salvador Dalí, que fijó su residencia en Portlligat.

Parc Natural de Cap de Creus (a 50 km):

En el norte de la Costa Brava encontrarás una de las grandes maravillas naturales de las comarcas de Girona: el Parque Natural de Cap de Creus, un conjunto de parajes que pasarán a ocupar un lugar privilegiado en tu memoria. No olvidarás las vistas del litoral, salvaje, moteado de pequeños islotes, con acantilados de vértigo y recónditas calas. Ni las rocas con las caprichosas formas que la erosión del agua y del viento ha esculpido: con un poco de imaginación podrás ver en ellas leones, dragones, camellos, águilas y otras figuras. También conservarás el recuerdo del interior del parque, un paraíso biológico de bosques y prados que puedes recorrer en mil y una excursiones, que te permitirán, también, conocer sus tranquilos municipios: Llançà, El Port de la Selva, La Selva de Mar, Cadaqués, Roses, Palau-saverdera, Vilajuïga y Pau.

Besalú (a 50 km):

La excepcional arquitectura medieval de Besalú ha hecho de esta población una de las más visitadas de todo el territorio catalán. En numerosas guías turísticas verás la fotografía del Pont Vell, con sus característicos arcos y torre.

El municipio de Besalú está catalogado merecidamente como conjunto histórico-artístico nacional, y sus calles están llenas de testimonios de una época en que la comunidad judía y la cristiana convivían en armonía. La antigua judería (el Call), la sinagoga y los baños judíos coexisten con el monasterio de Sant Pere y las iglesias de Sant Vicenç y Sant Martí.

Sant Pere de Rodes (a 50 km):

Si hay un adjetivo que le va como anillo al dedo al monasterio de Sant Pere de Rodes, este es majestuoso, ya que impresiona por su solemnidad y elegancia. Este monasterio benedictino del siglo x parece dominar el Parque Natural de Cap de Creus desde el punto más alto de El Port de la Selva. Declarado bien cultural de interés nacional, es uno de los máximos exponentes del románico en Girona. En el conjunto destaca la iglesia, el campanario y la torre de defensa. Desde su construcción en el siglo x, el monasterio ha sido testigo de las más diversas situaciones. Ha presenciado varios siglos de esplendor –cuando dominaba territorios a ambos lados de los Pirineos–, la decadencia desde finales del siglo xvii, saqueos constantes, etc., hasta convertirse en la actualidad en uno de los atractivos turísticos imprescindibles de la Costa Brava.

Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa (a 70 km):

El Parque Natural Zona Volcánica de la Garrotxa es, sin duda, uno de los espacios naturales protegidos más importantes de las comarcas de Girona. Durante el 1997, el número de visitantes superó el medio millón.

Las áreas más protegidas de este espacio natural se sitúan en la zona volcánica: son el volcán Croscat y el hayedo conocido como Fageda d’en Jordà.

Por otro lado, las actividades más solicitadas son los itinerarios pedestres y las visitas en carro y en tren-bus que recorren estos parajes.